jueves, 19 de julio de 2007

LA CULTURA DEMOCRÁTICA: Cultura y Rol del Estado





Documentos

LA CULTURA DEMOCRÁTICA:
Cultura y Rol del Estado

por Luis Alberto Lecuna

El concepto "cultura" es ampliamente abarcativo e involucra tanto a la educación, los usos y costumbres, como a la identidad nacional, por lo que en un proceso de transformación para la construcción de una nueva Argentina, la Cultura necesariamente debe convertirse en Eje de la Transformación social y moral, y Herramienta Política por excelencia del Estado Democrático.

Para lograr este objetivo se impone en primer lugar la modernización de las estructuras culturales adecuándolas a las necesidades de la Nación. En este sentido, los organismos oficiales de cultura deberán dedicarse primordialmente al diseño, planificación e implementación de políticas culturales que tiendan al desarrollo integral de la comunidad nacional, priorizando a los sectores más postergados, administrando programas de estímulo, promoción, cooperación y acción cultural, defensa de nuestro patrimonio y fortalecimiento de nuestra identidad nacional, sin que ello sea óbice para que se profundice la difusión y presencia de nuestro rico patrimonio cultural, nuestros artistas y creadores, en el marco de las relaciones e intercambio internacionales, en concordancia con el área específica de Cancillería..

La principal estrategia en toda planificación será la coordinación de esfuerzos entre todas las áreas de gobierno, entre todos los niveles decisorios, como único método efectivo para facilitar la organización y evitar la anarquía administrativa. Los planes de Cultura, Educación, Vivienda, Comunicaciones, Economía, Trabajo, Deporte, Turismo, Ciencia y Técnica, etc., deberán estar integrados entre sí para lograr una óptima asignación de los recursos disponibles y una adecuada implementación del Plan General de Gobierno.

En la construcción de una nueva Argentina se necesita más que nunca del aporte de los trabajadores de la cultura. De artistas, artesanos y animadores culturales, de administradores y especialistas en política cultural, para dotar de contenidos y enriquecer desde nuestra perspectiva las propuestas a la ciudadanía, para impulsar acciones concretas en materia de desarrollo cultural, federalismo, defensa de las autonomías municipales y la regionalización como baluartes de la descentralización.

CLAVES PARA LOS NUEVOS TIEMPOS

- La inmensa tarea de transformación nacional (de características refundacionales), requiere un elevado compromiso ético, determinación, operatividad e ideas claras transformadas en actos de gobierno concretos.

- En este marco, el concepto de Desarrollo se erige como algo más complejo y completo que el concepto de Crecimiento. Para concretar un verdadero desarrollo integral, se requiere un cambio de paradigma, un cambio de esquemas mentales, en síntesis, un profundo cambio cultural. Por ello, la dimensión cultural del desarrollo se convierte en meta y eje de la modernización de nuestro país y adaptación a las exigentes reglas de juego del mundo actual.

- Insistimos en que ningún cambio será posible en nuestro país si simultáneamente no se implementa un cambio cultural, rejerarquizando a la cultura como Política de Estado, como Motor de la Transformación Social y como Herramienta Política del Estado Democrático.

- Una de las pocas cosas rescatables desde la vigencia del Estado de Derecho, han sido los logros en materia de libertad de expresión y creación. Pero es menester profundizar el desarrollo cultural implementando una verdadera cultura democrática, propiciando el acceso al disfrute de los bienes culturales y la participación activa de la comunidad en la acción cultural mediante la política del doble flujo: Llevar la oferta cultural a todo el país, utilizando las estructuras celulares ad hoc de las ECI o EMI (centros y minicentros culturales barriales), y favorecer en el doble flujo, la presencia de la gente en las actividades culturales de los grandes teatros, museos y salas de espectáculos artísticos y culturales.

Para el logro de estos objetivos, sostenemos los siguientes diez

Principios Rectores

1.- Consolidación del concepto de Cultura Democrática

La Cultura Democrática representa conceptualmente la síntesis abarcadora de dos facetas claves para la vida en democracia:

- El derecho a formarse, informarse y disfrutar del patrimonio cultural local, regional, nacional y universal (democratización de la cultura),

- El derecho de todo ser humano de ser protagonista activo de la acción cultural y la labor creadora, asegurando su participación en el progreso y desarrollo de la sociedad (democracia cultural)

2.- Cambio de Paradigma: Jerarquización de la Cultura

Para ser coherentes en los hechos concretos con lo que se sustenta discursivamente, para que efectiva y eficientemente la cultura sea motor de la transformación nacional, la misma debe estar en los hechos instalada como factor decisivo en la toma de decisiones.

Para ello:

- Los proyectos culturales deberán ser privilegiados en los presupuestos de gobierno, contando con las partidas presupuestarias suficientes y necesarias.

- Propiciamos la elevación del rango de las áreas culturales de municipios y provincias que no lo tengan, al de Secretarias y Ministerios, con dependencia directa de Intendentes y Gobernadores.

- Declaramos la necesidad imperiosa de incrementarle a la Secretaría de Cultura de la Nación su capacidad operativa, para lo cual debería recuperar su rango Ministerial y dependencia directa de Presidencia, quedando fuera de todo organigrama que la postergue, y trabajando en un mismo pie de importancia con las demás áreas vitales para el desarrollo del país: (Educación, Salud, Economía, Trabajo, Seguridad, etc.)

- El nuevo Ministerio de Cultura de la Nación deberá dedicarse primordialmente como ente Rector a la planificación, promoción y acción cultural que tiendan al desarrollo de la comunidad nacional, administrando programas de estímulo, promoción, investigación, cooperación cultural, desarrollo y fomento de las industrias y productos culturales, defensa del patrimonio cultural nacional, asistencias artísticas y técnicas de las Estructuras Modulares o Celulares Integradas (EMI) (ECI)), células del desarrollo socioeconómico y cultural del país, dentro de la implementación de los Polos Regionales de Desarrollo.

3.- Coordinación de Esfuerzos

El área cultural puede y debe contribuir desde las EMI en la coordinación de esfuerzos a nivel local, provincial, regional y nacional, para evitar la desorganización administrativa, la superposición de proyectos y actividades, y para lograr sinergia y optimización de los quehaceres culturales integrando e interrelacionando la labor pública y privada en materia cultural.

Asimismo, la EMI permite que los planes de Cultura, Educación, Salud, Infraestructura, Vivienda, Ciencia y Técnica, Desarrollo Tecnológico, estén integrados entre sí, permitiendo una óptima asignación de los fondos, recursos y partidas presupuestarias de municipios, gobernaciones y estado nacional, para e logro de una adecuada implementación del Plan General de Gobierno.

La cultura es esencialmente integradora, y por tanto, se convierte naturalmente en un elemento transversalizador. El proyecto cultural nacional debe necesariamente estar nutrido a partir de los aportes de diversas áreas y sectores, tales como las organizaciones económicas (industrias culturales), laborales (la cultura como generadora de puestos de trabajo), científicos, de investigación y académicos (universidades), de calidad de vida ( planes de vivienda, infraestructura), etc. etc.

Asimismo, es vital la integración de programas y la cooperación entre todos los organismos culturales de la esfera oficial con el Ministerio de Cultura, con los entes de cultura locales, provinciales, nacionales y extranjeros. En este sentido se impone la concreción de un Plan Cultural Exterior Argentino que contemple la promoción de nuestro patrimonio cultural, de nuestra identidad cultural nacional, propicie el libre intercambio cultural a nivel mundial y particularmente en el área de MERCOSUR, apuntale en concordancia con las demás áreas de gobierno el desarrollo de la Industrias y Productos Culturales exportables, y diseñe junto con el área Turismo las propuestas ad hoc como aporte de la cultura nacional para el desarrollo de dicho sector.

4.- Municipalismo, Regionalización, Federalismo

Somos conscientes de la vital importancia de las autonomías municipales y de la regionalización de nuestro país, como ejes de un efectivo federalismo y de una eficiente descentralización.

En tal sentido, apoyamos decididamente:

- la conformación de poblaciones y ciudades que se constituyan en centros naturales de irradiación y desarrollo cultural regional (polos de desarrollo cultural)

- la generación metódica, programática y sistemática (con continuidad en el tiempo), de actividades participativas en barrios, áreas rurales y de frontera, a partir de las “Estructuras Modulares Integradoras de desarrollo comunitario” (EMI / ECI), específicamente desde las células culturales (minicentro cultural barrial polifuncional), integradas a las demás células (Escuela, Centro Primario de Atención de Salud, Biblioteca, Área de Recreación y Deporte, etc.)

Como forma efectiva de coordinación de esfuerzos y participación federal, propiciaremos la inmediata puesta en funcionamiento de comisiones de trabajo dedicadas a temas concretos como: Legislación Cultural, Financiamiento Cultural, Industrias Culturales, Cultura en Medios de Comunicación, y Política Cultural. Asimismo, propiciaremos la puesta en funcionamiento de un Consejo Federal de Acción Cultural, integrado por los respectivos Ministros de Cultura provinciales, y presidido por quien esté a cargo del Ministerio de Cultura de la Nación.


5.- Legislación Cultural

Tratándose de un país federal, consideramos imperioso propiciar a nivel municipal, provincial y nacional, la recopilación de toda la documentación y legislación vigente en materia cultural, para su análisis y optimización.

De esta revisión deberá surgir con la premura del caso, la dinamización de las leyes existentes, y la búsqueda de los mecanismos más ejecutivos para sancionar las leyes culturales que garanticen la transformación nacional, el fomento y desarrollo de las industrias culturales, y la implementación de una verdadera cultura democrática. Para tal motivo, deberá contarse con un Banco de Datos permanentemente actualizado sobre Legislación Cultural.

6.- Recursos Humanos

En concordancia con la decisión de crear la Escuela de Dirigentes, y la Escuela de Líderes Sociales, entendemos como un objetivo prioritario el propiciar la generación de cursos, seminarios, programas para la actualización y eventualmente la carrera para la formación de Administradores Culturales, Animadores Culturales, y Auxiliares Administrativos Culturales.

Asimismo, resulta de sumo interés propiciar la realización de una Base de Datos de trabajadores de la cultura, en el marco del Relevamiento Cultural Nacional.

7.- Relevamiento Cultural Nacional

Consideramos de gran importancia la creación de un Banco de Datos Cultural Nacional, dividido por provincias, donde se consignen:

- los recursos de infraestructura edilicia y sus posibilidades para realización de actividades culturales,

- los recursos humanos (trabajadores de la cultura, artistas, artesanos, grupos, administradores y animadores culturales, etc.

Para coordinar esfuerzos y evitar superposiciones y gastos superfluos, es imprescindible contar con información actualizada de los recursos culturales en continente y contenido.


8.- Reforma del Área Cultura a nivel Nacional

Propiciamos la reingeniería del área cultura nacional, apuntando a una estructura dinámica y operativa, dividida en tres áreas íntimamente relacionadas: Planificación, Promoción y Acción Cultural.

El “planifico, promociono y ejecuto” es sinónimo de operatividad y eficiencia.

La Planificación comprende el desarrollo de programas, la interrelación intra y extra país, la investigación, la coordinación de esfuerzos y la cooperación cultural.

La Promoción comprende la difusión de nuestro patrimonio cultural nacional, la generación de productos culturales a tal fin ( publicaciones, programas de radio y TV, etc.), y de las actividades que se realizarán a lo largo y ancho del país.

La Acción Cultural implica la tarea fundamental, generando acciones concretas que estimulen el funcionamiento de los minicentros culturales barriales, municipales, provinciales, estimulando el desarrollo de proyectos, efectuando asistencias técnicas a nivel federal, velando porque dicho federalismo llegue y se implemente hasta en las pequeñas localidades.

Tradicionalmente, el área cultura ha dedicado la mayor parte de sus energías, de sus recursos económicos y personal, a la administración de establecimientos (academias, museos, institutos, etc.)

La dinamización de las formas de aplicación de los programas culturales tiene como objetivo catalizar el proceso de puesta en foco de “la cultura como transformadora de la realidad”, en función de la elevación de la calidad de vida, y el desarrollo nacional.

Concebimos al área Cultura desde una visión operativa, en una eficiente administradora de programas federales.

Toda dependencia económica relativa o absoluta, requiere del concurso sutil o flagrante de diferentes niveles de dependencia cultural.

En este marco, otorgarle raigambre constitucional al Concepto de “Cultura Democrática” consolidará su implementación como derecho humano fundamental, dándole una dimensión ética, verdaderamente transformadora de la realidad.

Darle este nuevo sesgo a la Acción Cultural, implicará desde una visión descentralizadora y federalista, la transferencia al área provincial y/o local, de los Museos y Casas que aún permanecen en la esfera del la actual Secretaría de Cultura


9.- La Defensa del Patrimonio Cultural

Este concepto es particularmente abarcativo, si entendemos por defensa del patrimonio nacional no sólo la preservación, tutela, promoción, difusión, restauración e incremento de nuestra infraestructura edilicia, sin también la defensa de nuestro legado nacional cultural (contenidos, música, artes plásticas, danza, literatura, etc.) y de nuestros creadores (artistas, artesanos, pensadores, intelectuales, etc.)

La reformulación de una Ley de Defensa del Patrimonio Nacional formará parte del análisis de toda la legislación vigente en la materia, junto a la optimización de las mismas, y verificación de su cumplimiento.

10.- Cultura y Medios de Comunicación

En la necesaria transformación y refundación nacional, los medios de comunicación pueden y deben asumir un rol fundamental. En este sentido, es de vital importancia que lo cultural tenga una inserción efectiva en los mismos.

Una forma a analizar, es la creación interáreas de gobierno, de un Departamento dedicado al diseño y producción de programas de radio y televisión de contenido educativo y cultural para su difusión local y extranjera.

Esto implica la elaboración de políticas conducentes a un efectivo uso federal de los medios de comunicación social, interesando de alguna manera a los gobiernos y entes respectivos en la realización de programas de radio y TV regionales, en la producción de material cultural informativo, formativo y / o recreativo desde las provincias y para todo el país, la concreción de Seminarios sobre medios de Comunicación, la creación deEscuelas Regionales de Comunicación donde éstas no existan, desde donde surgirán los técnicos y creativos que nutrirán a los medios.